Iceberg a la deriva

Una de las alarmantes noticias ambientales de este verano habla de un gigantesco iceberg desgarrado de la Atlántida. El calentamiento global, un grado en lo que va de siglo, muestra sus cartas nuevamente. El nivel de los océanos aumenta de forma imparable, sobrealimentado por la fusión de masas de hielo que considerábamos perpetuas.Pero una noticia mala para unos puede ser buena para otros. Groenlandia alberga bajo el hielo inmensos recursos energéticos y mineros. De esa manera pasaría de una economía de subsistencia a una economía desarrollista. El tiempo de los cazadores de focas y ballenas ha pasado. El idílico paraíso de los esquimales pronto se verá invadido de gente del continente, infraestructuras y torres de extracción.

En la Antártida los capitalistas también esperan que la descongelación les traiga muchas oportunidades de negocio. Los países que se han repartido el continente helado como trozos de tarta han situado bases científicas a modo de tapadera de sus verdaderas intenciones, económicas y militares.

La conversión de masas de hielo en agua líquida no sólo produce la subida del nivel del mar y la inundación de una gran superficie de tierras habitadas. Puede crear problemas aún más graves. Sabemos que organismos que poblaban la tierra hace millones de años pueden volver a la luz del sol. Las bajas temperaturas no siempre acaban con todas las formas de vida, las hay sumamente resistentes, capaces de revivir en condiciones favorables.

Los organismos que desaparecieron de la tierra hace tanto tiempo, cuando vuelven todo ha cambiado. Probablemente ya no tienen enemigos u otros mecanismos de control como tenían tiempo atrás. Imaginemos un microbio patógeno del que no sabemos nada, expandiéndose de país a país, sin dar tiempo a los médicos a preparar una defensa contra él. Puede suponer nuestro fin.

El Titanic se hundió a consecuencia de un iceberg y la estupidez humana. La tierra cada vez se parece más al famoso barco, con tanto iceberg a la deriva y tanto estúpido al timón.

Deja un comentario