Pocos perfumes son tan sugerentes como el del Mar… Ni tan útiles. La sustancia que estimula nuestro olfato es también una aliada contra el cambio climático. Se trata de una sencilla molécula orgánica, el dimetilsulfuro ( CH3-S-CH3 ). Está producida por unas algas microscópicas conocidas como Cocolitóforos. Estás algas están presentes en todos los océanos del mundo. Son unicelulares, con una pared celular incrustada de carbonato de calcio formando elegantes dibujos geométricos. Absorben el dióxido de carbono del agua y exportan oxígeno y dimetilsulfuro.

 El oxígeno mantiene con vida a los seres no fotosintéticos, y el aroma marino, el dimetilsulfuro, sube hasta las nubes y las hace más densas. De esa manera aumenta la luz reflejada del sol, el albedo, lo que contribuye a bajar la temperatura de la superficie, contribuyendo notablemente a contrarrestar el calentamiento global.

A consecuencia de la actividad industrial mal planificada, los gases de efecto invernadero abundan en la atmósfera excediendo los límites aconsejables. Entre estos, el dióxido de carbono, es el que afecta a los océanos, porque es capaz de disolverse en agua y cambiar sus propiedades químicas. El agua de mar se está acidificando por culpa de este gas.

Si el mar se acidifica, es decir desciende su PH, afectando a muchos organismos, en particular a aquellos que utilizan el carbonato de calcio para formar sus estructuras, como son:

• Moluscos: Las conchas de los bivalvos (almejas, ostras), las caracolas, la pluma interna de jibias y calamares. Si el agua es más ácida de lo habitual, estas estructuras se tornan frágiles y quebradizas, poco aptas para sobrevivir.

• Corales: Otra amenaza más para estos frágiles ecosistemas. Los esqueletos que sustentan a estas colonias de pólipos no crecen con la velocidad y resistencia adecuada. El mecanismo químico que hace que el carbonato de calcio se haga insoluble y de consistencia pétrea esta siendo boicoteado por la acidez.

• Cocolitófos: Su envoltura externa de carbonato es fundamental para su correcto funcionamiento. En consecuencia absorben menos dióxido del medio y baja su producción de gas con olor de mar, el antagonista del calentamiento global.

El equilibrio dinámico de todos los actores del Gran Espectáculo de la Vida no necesita de los guionistas actuales ni de artistas invitados, lleva millones y millones de años triunfando contra toda dificultad y catástrofe. La Humanidad está agotando los recursos y envenenando el futuro de la Naturaleza por su malas prácticas… No os extrañéis si un día deciden librarse de nosotros. Nadie nos llorará. Pensad en esto cuando la brisa del mar sólo huela a petróleo y mierda.