Los árboles de las ciudades embellecen y oxigenan nuestras sucias e insanas calles, dan cobijo a pájaros y nos suministran su hermosa sombra los días soleados. Provenientes de todos los confines, nos hacen viajar por el mundo sin movernos del sitio. Pocas objeciones se pueden poner a la presencia de estos seres benéficos en nuestras urbes. Aquellos que se desploman y provocan accidentes en la vecindad son víctimas del escaso cuidado de las autoridades y la excesiva contaminación de los aires de la ciudad. Otros pueden ser especies invasoras y cuando sus semillas viajan desde los ambientes urbanos a los ecosistemas naturales, pueden desplazar la flora autóctona. Nada que no se pueda solucionar con una buena gestión de los recursos ambientales. En un post anterior de este blog » La Ciudad y los Árboles» se profundiza más en la ecología de los árboles urbanitas.
Algunos árboles ornamentales de nuestros jardines:
• Ailantus altísima: Originario de China, se le conoce también como Árbol del Cielo. Se le considera una plaga cuando se escapa de las ciudades e invade el campo. Durante su rápido crecimiento secreta lo que se llama sustancias alelopáticas negativas, que inhiben el desarrollo de las plantas propias de los ecosistemas que asaltan. Pueden alcanzar casi los treinta metros de altura. Los frutos, de olor desagradable, son alados lo que favorece su capacidad invasiva.
• Albizia julibrisin: Acacia de Constantinopla o Árbol de la Seda. Originaria de Irán, China y Corea ahora es de distribución cosmopolita. En USA y Japón esta considerado como especie invasora. Llega hasta los 15 metros. Sus flores, de coloreados estambres son muy llamativas y de aspecto sedoso. Las abejas se sienten muy atraídas hacia ellas y fabrican una excelente miel con lo que cosechan. La corteza sirve para curar heridas y expulsar parásitos.
• Acacia farnesiana: Es nativa de América tropical, desde Santo Domingo fue introducida en España por los jesuitas. El tronco produce un látex que se usa como pegamento, de sus flores se extraen aromas para perfumería y tintes para tejidos. Los frutos sirven para alimentar al ganado. Suele ser un arbusto de no más de 2 metros, aunque ocasionalmente llegan al porte arbóreo. Las flores forman glomérulos amarillos.
• Bauhinia variegata: Como las acacias, pertenece a la familia de las leguminosas, con frutos en forma de legumbres, que se abren en dos valvas cuando las semillas están maduras. Es un árbol de 12 metros. Las flores, con un aspecto que recuerda a las orquídeas, son muy llamativas. En América del Sur Se plantan para atraer a los colibrís. Son originarias de India y Birmania, donde los budistas la consideran una especie sagrada. Sus hojas son comestibles.
• Ligustrum lucidium: Aligustre. Es un árbol invasor, natural de China. Sus frutos son brillantes, azulados o negros y son un fuerte afrodisíaco según la medicina tradicional china, que también los usan para combatir el zumbido de los oídos y la fatiga. En Uruguay y Argentina están considerados como especies invasoras. Puede llegar a los 15 metros.