¿ Cómo se adaptan las plantas a la sequía?

La evolución ha permitido a las plantas que habitan en ecosistemas áridos adaptarse a estos peculiares ambientes. En desiertos y estepas, donde las lluvias escasean, o en roquedales, de escaso suelo, los vegetales han desarrollado un amplio abanico de dispositivos para disminuir la pérdida de agua por transpiración y para captar la poca que haya disponibles. Estos organismos capaces de desarrollar modificaciones y estrategias reciben el nombre de xeromorfos.

Si los suelos son secos y la poca agua de lluvia se filtra a las profundidades, hay que ir en su busca con un potente y profundo sistema de raíces, superando estas en longitud a la parte aérea de la planta.

Otras veces, la modificación se produce en la anatomía de hojas, que se hacen coriaceas y poco jugosas. La epidermis se engrosa y se recubre de ceras y resinas. Esta es la estrategia del  olivo.

Los estomas son las estructuras que poseen las hojas para intercambiar gases con la atmósfera. En los ambientes secos es preciso que el vapor de agua no se escape por estas aberturas. Para minimizar estas pérdidas la planta forma pilosidades, reduce su número o las hunde profundamente en la epidermis. En la imagen inferior vemos la imagen microscópica de un estoma.

La «planta brújula», Lactuca serriola usa lo que se denomina termotropismo. Para evitar el sobrecalentamiento de las hojas, en los periodos soleados, éstas se mueven para disponerse de perfil y con ello la incidencia de los rayos solares.

Cuando la mayoría de plantas pierden las hojas en otoño e invierno, las hay que las pierden en los periodos más secos, en los veranos. Algunas, como las euforbias, en la fotografía, únicamente tienen hojas en sus etapas juveniles.

Reducir el tamaño de las hojas, es una efectiva estrategia para disminuir pérdidas de agua. Así actúan los cipreses, donde las hojas se convierten en pequeñas escamas.

Los cactus, habitantes de los desiertos, donde la sequía es extrema y el agua se evapora con suma rapidez, debido al inmenso calor, han transformado las hojas en espinas y los tallos en depósitos de agua. 

Otros integrantes del Reino Vegetal, particularmente las plantas inferiores, aquellas que no se reproducen por flores y semillas y tienen una organización anatómica más primitiva, como es él caso de musgos y líquenes, son capaces de perder completamente el agua, sin daños fisiológicos y revivir cuando se rehidratan. Hay líquenes  que pueden permanecer deshidratados durante muchísimos años y volver a funcionar cuando absorben agua como si sólo hubieran pasado unos días.

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