En la lengua madre del castellano, el latín, polen significa «polvillo fino». Estos diminutos granos son tan fascinantes y complejos que bien podría ser el mágico «polvo de hadas» de las leyendas y cuentos.
Se habla mucho de él, pero pocos lo han visto. Es invisible al ojo humano y los científicos necesitan del microscopio para visualizarlo. Lo conocemos por sus efectos: Cada primavera las molestas alergias causadas por estos diminutos granitos hacen su aparición en nuestras vidas, está en la lista de los alimentos milagro, sirve para calcular la antigüedad de objetos arqueológicos, también para saber cómo era el mundo hace miles y millones de años, es el responsable de la belleza y el olor de las flores, de la presencia en el reino animal de colibríes, mariposas, abejas…
La reproducción de las plantas superiores:
Los botánicos consideramos plantas superiores a aquellas que se reproducen mediante unas estructuras llamadas flores.
Las flores son aparatos reproductores, aquellos que producen los gametos masculinos y femeninos de cuya unión resultan los embriones, nuevos individuos con una dotación genética mezcla de la de sus progenitores, alojados en las semillas.
Los vegetales también pueden multiplicarse de forma asexual, fabricando clones de si mismos, pero de eso hablaremos en otro momento.
Anatomía de la flor:
Una flor puede poseer órganos masculinos y femeninos simultáneamente o tener un solo género (la Naturaleza no tiene prejuicios).
El polen esta producido por las estructuras masculinas y contiene los gametos correspondientes a su género. Para que se produzca la fecundación el polen ha de viajar hasta las estructuras femeninas, donde se encuentran los óvulos.
El órgano masculino es sencillo, se conoce como estambre, en la flor arquetípica consta de un pedúnculo, filamento, y unos depósitos, anteras, donde se guardan los granos de polen.
El órgano femenino se llama pistilo o carpelo, y esta formado por un onde aterriza el polen), el, conducto que desemboca en el ovario, lugar de los óvulos.
La polinización:
Es el viaje que realiza el polen desde la antera hasta el estigma. Aunque existen casos, en flores hermafroditas, de autofecundación o, también, que las flores masculinas de un individuo polinicen sus propias flores femeninas. La Naturaleza en la mayoría de los casos intenta que esto no ocurra, programando la maduración del polen y los óvulos en periodos distintos. La consanguinidad en los seres vivos va en contradicción con la lógica de la selección natural. Cuando más lejanos genéticamente sean los progenitores, mayor probabilidad tendrá la descendencia de ser apta.
Cuando la humanidad se salta las leyes naturales, el desastre está servido. Un triste ejemplo lo tenemos en las dinastías monárquicas y en los seres anómalos que han llegado a ser jefes de estado, algunos dignos de protagonizar películas de serie B o nuestras peores pesadillas.
El desplazamiento del polen puede realizarse de muy diversas formas:
• En el caso de las plantas acuáticas, el proceso siempre es pasivo, las corrientes de agua llevarán el polen de una flor a la otra. La adaptación consiste en maximizar la flotabilidad. Por ejemplo, Zostera maritima, especie que crece en fondos arenosos creando un ecosistema de pradera marina, produce polen con formas alargadas, que maximizan la relación superficie-volumen, favoreciendo su transporte.
• Las plantas del medio terrestre pueden elegir entre el viento y los vectores animales.
Cuando las portadoras son las corrientes de aire, la estrategia es similar a la anterior. Por ejemplo, cada grano de polen de pino presenta dos saquitos repletos de aire que disminuyen la densidad y favorecen que floten fácilmente en el aire.
Los animales que transportan el polen son atraídos por las flores, para lo cual, evolutivamente, estas han adquirido formas, colores, olores y elaborado recompensas apetitosas (néctar). Veamos algunos ejemplos:
• Existen flores que solo se abren por la noche, evitando las luces del dia, cuando la competencia por los agentes polinizadores es mayor. Los murciélagos no sólo se alimentan de insectos y sangre, los hay cuyo alimento es el néctar. Las especies vegetales que usan esa estrategia, además de un olor característico y una recompensa azucarada, también pueden adaptar su anatomía para reflejar mejor el radar de estos animales.
• En el caso de los girasoles, lo que en apariencia es una gigantesca flor, son multitud de florecillas agrupadas para parecer una mayor. Además, siempre están mirando al sol. De ese modo, serán atractivas, desde muy lejos, a los insectos.
• Las orquídeas son más sofisticadas. Se disfrazan de insecto y así atraen a los de verdad, cuyas intenciones son amatorias, no alimenticias. Una vez que se posan sobre la estructura que semeja a un ejemplar del otro género, la planta tiene un mecanismo trampa, que deposita sobre la cabeza o el tórax del enamorado unas estructuras que contienen polen, los polinios, que se adhieren, pudiendo viajar asi a otra flor y polinizarla.
Anatomía del polen:
Un grano de polen tiene dos envolturas que guardan el ADN masculino:
• Intina: Es la interna, su composición y estructura no difiere mucho de la pared primaria de las células vegetales.
• Exina: Compuesta por esporopolenina, una sustancia resistente y de gran durabilidad, que presenta poros y salientes que permiten la identificación de la especie, género o familia.
Gracias a su blindaje es capaz de fosilizarse y resistir millones de años, habiéndose encontrado granos de polen de más de 400 millones de años, perfectamente conservados. Los paleontólogos, estudiando el polen fosil presente en los diferentes estratos geológicos, pueden conocer la vegetación de tiempos pretéritos y deducir cómo era el clima entonces ( paleoclima). Algo parecido ocurre con los arqueólogos, que analizando el polen adherido a los objetos, pueden datarlos. La ciencia que estudia el polen recibe el nombre de palinología.
Las abejas y el polen:
No todos los animales pueden digerir el polen. Las abejas, para hacerlo digestible, lo almacenan en sus panales de cera y le añaden unas enzimas que ellas secretan, para que fermenten y formen el pan de abeja, alimento principal de las larvas. Por contra, las adultas se alimentan de nectar, una de las materias primas de la miel.
¿ Superalimento?
El polen también sirve como alimento para los humanos. Contiene proteínas, hidratos de carbono, grasas, vitaminas, minerales, enzimas… Los productores lo comercializan como un nutriente con fantásticas cualidades, un superalimento que mejora de forma significativa el funcionamiento del organismo. No hay base científica para tales afirmaciones publicitarias. También es preciso ser prudente con la calidad de este alimento, a veces, ese producto no ha pasado los convenientes controles y puede contener pesticidas y microorganismos patógenos. No es recomendable para aquellos que tienen problemas de alergia.

La Aerobiología:
Esta casi desconocida rama del conocimiento estudia los componentes biológicos que están suspendidos en el aire y su efecto sobre la biosfera y, en particular, respecto a la salud humana. Estas partículas transportadas pasivamente por la atmosfera son de muy distinta índole, además del polen, responsable de multitud de alergias, también encontramos bacterias, esporas de hongos, virus e insectos minúsculos.
Desde hace unos años cada vez es más frecuente fenómenos alérgicos producidos por el polen. Indudablemente nuestro sistema inmunitario, responsable de las reacciones alérgicas, funciona de forma diferente, siendo, a veces, demasiado hipersensible. Aunque las causas son de dificil evaluación, el deterioro de la calidad ambiental está muy relacionado con estas patologías. Las autoridades sanitarias cada vez se toman más en serio la aerobiología y publican periodicamente la concentración de polen en el aire, para que las personas afectadas tomen las medidas adecuadas, ya sean vacunaciones, uso de mascarillas filtradoras o incluso reclusión domiciliaria en determinados periodos de tiempo.