Paseando por los Jardines de Marte

Jardines en Marte. Un hermoso sueño. Un salvavidas para la humanidad, disponer de otro planeta habitable en nuestro Sistema Solar. La Tierra está en peligro y el plan B está en marcha. De hecho, se están utilizando muchos medios económicos para investigar sobre la agricultura marciana.

A corto plazo se pretende cultivar en invernaderos y disminuir, de ese modo, la carga de las naves espaciales. Si no tenemos que cargar con alimentos vegetales, tendremos más espacio para pasajeros y mercancías. Si la agricultura funciona el siguiente paso será la ganadería, a no ser que se decida convertir en veganos obligados a los colonos marcianos.

A largo plazo la idea consiste en «terrificar»marte y hacer viable la vida fuera de los habitáculos artificiales. De este modo será posible una emigración masiva de terrestres a la nueva tierra prometida.

Aunque no hay pruebas, es probable que hace millones de años hubiera vida en Marte, pero se extinguió. Los humanos se consideran muy listos y su tecnología los hace poderosos. Queremos triunfar allí donde la Naturaleza fracasó.


¿Somos demasiado pretenciosos?

Para establecer un cultivo precisamos un espacio adecuado, aire, agua, suelo, energía fertilizantes, ciertos márgenes de temperatura y otros factores ambientales, además de las especies vegetales idoneas.

• El agua:

En marte hay agua. Ya no hay duda alguna, pero está en estado sólido. Precisamos gastar energía en fundir el hielo. El resultado de la fusión no es agua apta para el riego, su concentración en percloratos es desorbitada. Necesitaríamos gastar más energía en desalinizarla.

El aire:

Los organismos vegetales consumen dióxido de carbono y oxígeno. El dióxido de oxígeno interviene en la fotosíntesis, proceso productivo que genera la materia orgánica y oxígeno. El oxígeno es consumido continuamente, ya sea en la oscuridad o con luz. Los periodos luminosos, si duran suficiente tiempo, compensan el balance de gases a favor del oxígeno, como ocurre en la biosfera terrestre.

En un recinto hermético no es difícil mantener los gases en su proporción adecuada. En la intemperie la cosa cambia. En Marte la atmósfera contiene abundante dioxido de carbono, nada de oxígeno y es muy tenue. Si queremos una atmósfera semejante a la terrestre, precisariamos muchos siglos para enriquecerla con el oxígeno suficiente y aumentar su espesor.

La temperatura:

La temperatura media en Marte son 60°C bajo cero. Los invernaderos deberán ir provistos de calefacción, un gasto energético adicional. Fuera de ellos, sería preciso provocar en la nueva atmósfera un efecto invernadero para subir el termómetro.

Los gases que producen el calentamiento global provienen de la actividad ganadera, de los combustibles fósiles, de los propulsores de sprays… Deberiamos llevarnos todo eso a Marte.

Energía:

Si descartamos la energía nuclear, únicamente disponemos de la energia luminosa, cuya fuente es el sol. La iluminación en Marte es la mitad que en la tierra, si dependemos de ella exclusivamente para producir fotosíntesis, la cosecha será pobre. Tendremos que convertir la luz natural en electricidad y ésta en luz artificial. A nivel planetario será imposible y habrá que conformarse con campos de productividad limitada.

Suelo :

Los suelos marcianos son ricos en metales pesados: Mercurio, plomo, arsénico… Las plantas que los absorban serán tóxicas. No es posible cambiar el cobertura entera de un planeta ni traer el suelo necesario desde la tierra. Quizá deberíamos en pensar en cultivos acuáticos, ya sean de algas o de plantas terrestres (cultivos hidropónicos), muy costosos en términos energéticos.

• Fertilizantes:

Este aspecto es el menos preocupante, los excrementos humanos con un tratamiento determinado pueden aportar los nitratos y fosfatos que se precisan. También, si queremos un sustrato equilibrado deberemos traer bacterias. No será muy problemático, ocupan poco sitio.

Polinización:

Hay plantas que necesitan de insectos y otros animales para efectuar este proceso. O bien, los importamos desde la Tierra o realizan esa tarea los colonos, con mucha menos efectividad.

Radiaciones:

Fuera de la tierra, protegida por el campo magnético y la capa de ozono, la vida es difícil. Las células están continuamente bombardeadas por radiaciones dañinas, ya sean solares o cósmicas.

El planeta rojo no tiene campo magnético y su atmósfera es primitiva. La cubierta de un invernadero puede proteger los cultivos y a los humanos de las emisiones letales del sol, pero no de las radiaciones cósmicas. Los seres vivos de Marte estarán sometidos a frecuentes mutaciones genéticas, fuente de enfermedades de difícil cura.

Especies vegetales:

La agricultura marciana tiene multiples dificultades y la «terrificación» muchas más, algunas prácticamente insalvables. Si creamos seres vivos modificados quizá se puedan salvar esos escollos.
Desde que Steven Spielberg resucitó a los dinosaurios creemos que la Ingeniería Genética puede con todo. No nos engañemos, estamos solo al principio. Tenemos demasiada prisa y pocos escrúpulos. Nos venden un futuro de superorganismos y superhumanos capaces de superar las limitaciones que nos ha impuesto la evolución. Sin embargo, hoy la Genética es poco más que una peligrosa arma en las manos de un niño, igual que la Energía Nuclear.

Por las circunstancias anteriormente expuestas me parece que el sueño marciano es una estafa colectiva. Podemos mantener a un puñado de personas enfermas allí, sí tal es nuestro costoso capricho, sin embargo, no se soluciona así el futuro de la Humanidad. Quizá deberíamos pensar en cambiar el rumbo suicida de nuestra civilización. El futuro no está en las estrellas. Hay que ser muy estúpido para enrolarse en los futuros viajes a Marte y no luchar por la Tierra.

3 Comentarios Agrega el tuyo

  1. ecologos.cl dice:

    Muy bueno el artículo. Se nota la investigación y la síntesis lo hace más amistoso de leer. Gracias!

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    1. blogtanico dice:

      Gracias a vosotros por vuestro interés!

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