La Criptobotánica es la sección vegetal de los criptidos, aquellos seres que habitan en las leyendas y de los que no se dispone de evidencia alguna, lo que no es problema para los estudiosos del tema, que dan por ciertos los testimonios de aquellos que afirman que los han visto. Las pruebas, sean fotografías, filmaciones, o un resto del animal o planta descritos, son siempre deficientes, se han perdido o han sido incautadas por los gobiernos que no desean que se sepa la verdad. De la misma forma que la presencia de alienígenas en nuestros cielos o la existencia de los dioses, la Criptozoología y la Criptobotánica son cuestiones de fé.

La luz de la ciencia aparta las sombras y disuelve la magia de las cosas ocultas. El método científico necesita pesar, medir, diseccionar, analizar… Las afirmaciones han de ser verificadas por el resto de la comunidad científica ajena al descubrimiento. No basta con públicar los resultados, es preciso someterse a cualquier tipo de inspección.
El científico duda de todo, hasta de sus sentidos. El criptólogo cree por sistema, igual que un feligrés, y considera adversarios a los que comulgan con sus certezas.
Aunque me manifieste como escéptico, eso no quiere decir que no me fascine el mundo de las plantas fantásticas, aunque la realidad, en el caso de la Botánica, siempre es más increíble que aquello que imaginabas.

A continuación hablaremos de algunas especies vegetales que son objeto de estudio de los Criptobiólogos:
• Árbol carnívoro de Madagascar:
En el año 1881, un explorador alemán, Carl Liche, publicó un informe en la revista South Austalian Register, donde afirmaba haber estado presente en un ritual de la tribu » Mkodo» en Madagascar. En el texto se describe un sacrificio humano. Los nativos entregan a una mujer a un terrorífico árbol. Aquí viene un fragmento del artículo.

«Los esbeltos y delicados palpos, con la furia de serpientes hambrientas acariciaron por un momento la cabeza de la mujer, y entonces, como si el instinto de una inteligencia demoníaca se apoderara de ellos, se enroscaron de repente alrededor de su cuello y de sus brazos; entonces, mientras chillaba salvajemente la estranguló, envolviéndola entre sus tentáculos, como grandes serpientes verdes, y con brutal energía y rapidez infernal la levantaron y se contrajeron, envolviéndola capa tras capa, aplastándola con cruel rapidez y la salvaje tenacidad de anacondas devorando a su presa.»

• Árbol serpiente:
Esta especie es propia de los pantanos que rodean el lago Nicaragua. La describió en 1892 el Doctor Andrew Wilson en el periódico Illustrated London News, donde transmitía el testimonio de un botánico, un tal Dunstan, que encontrándose en las proximidades del lago centroamericano, tuvo que liberar a su perro que había sido atrapado en una envoltura de tallos y raíces de una planta parecida al sauce, pero sin hojas, cubierto de una resina viscosa y de color azul oscuro.

Continuará…