En este post hablaremos de algunos Arquetipos, basados en las diferentes maneras de encontrarse con la Naturaleza, no de personas en particular. La condición humana tiene un comportamiento fractal y caótico, somos semejantes pero distintos, cualquiera puede disfrutar de varios roles o de ninguno o cambiar su postura a lo largo de su vida.
Ecólogos: Son aquellos que practican la rama de la Biología llamada Ecología, ciencia relativamente joven y multidisciplinar, el ecólogo tiene que dominar muchos conocimientos, física, química, geología, geografía, climatología, botánica, zoología, genética, historia… Estos científicos pueden ser ecologistas o no serlo, pero los resultados de su trabajo pretenden la objetividad y el rigor.
Ecologístas: El ecologísmo es una opinión política, el ciudadano que se autodefine como ecologista piensa que la conservación de la naturaleza es tan importante como la sanidad, la educación, el empleo o la deuda externa y por tanto no debe ser relegada al último lugar de las prioridades sociales, como un lujo o una cuestión folk.
Naturalista: Es un autodidacta del conocimiento de la Naturaleza y suele tener una actividad laboral distinta a la de su afición. Aunque muchos son ecologístas, no todos lo son. Aman la Naturaleza, pero no piensan que deba ser una prioridad política, son conservacionistas.
Conservacionistas: Aquellos que creen que debe ser protegida por criterios estéticos, nunca por razones económicas, sociales o geopolíticas.
Ingenieros: Ya sean forestales, agrónomos o de canales y puertos, su punto de vista es el de la rentabilidad financiera. Quién los contrata pretende obtener el máximo beneficio y mínimo coste.
*Nota: Un ingeniero forestal que planta pinos o eucaliptos pretende optimizar la obtención de madera o sus derivados con especies de rápido crecimiento y poco sensibles a la calidad del suelo, la fauna o la flora del ecosistema no son relevantes. Un agrónomo busca cosechas abundantes y mínimo de gastos, resulta secundario de donde salga el agua o si los insecticidas son tóxicos, les basta con que sean legales y poco caros. El ingeniero de obras públicas diseña un trasvase antepone la cantidad de agua trasladada, el trazado más corto o las mínimas pérdidas por filtración. Que las aguas trasvasadas traigan especies invasoras o que provoquen un desequilibrio en el lugar de origen, no es su cometido.
Cazadores: Frecuentemente pueden ser conservacionistas o naturalistas, la existencia de cotos de caza le ha salvado el pellejo a muchas especies en peligro, por ejemplo el lobo ibérico, pero no tienen en cuenta el impacto del plomo de sus municiones en el medio ambiente o la importancia de no introducir especies exóticas. Los gobiernos conservadores los cortejan dulcemente, dejandolos hacer lo que quieran e influir en la legislación. También los hay que sólo disfrutan con la muerte de las presas, sea o no temporada de caza, sean o no especies autorizadas, lo suyo es matar por matar. Miguel Delibes, ilustre novelista español, habla de ellos en Los Santos Inocentes.
Excursionistas: Les gusta el paisaje natural y la tranquilidad de las zonas rurales, sin embargo aportan mucha basura al medio ambiente y pisotean más de lo debido. Podrás reconocerlos por su llamativo plumaje de licra, accesorios de decathlon y aires de arrogancia. La mayoría de las operaciones de rescate, helicópteros incluidos y accidentes mortales tienen a los excursionistas como protagonistas.
Ciclistas: Para ellos cualquier camino forestal, vía amable o carretera es una pista de competición. Usan equipamientos caros, bicicletas galacticas y multitud de gadgets. Consumen bebidas y comidas energéticas. Son una casta aparte, si te cruzas con ellos, apártate, ellos no se detendrán.
Pescadores deportivos: Quizás sean los menos problemáticos, sin embargo pierden muchos sedales y anzuelos que pueden perjudicar a la fauna de las aguas, como a tortugas, nutrias, aves.
Pijos: La Naturaleza es sucia, llena de bichos venenosos y de difícil tránsito, cuantas más carreteras, urbanizaciones y resorts mucho mejor. Sueñan con llegar en coche a cualquier paraje y que allí haya bares, camas mullidas y jacuzzis. La Naturaleza salvaje es para los perroflautas y pobres.
Naturistas: Les gusta estar en pelotas al aire libre, consideran la ropa un elemento antinatural. La biodiversidad o la legislación ambiental no forma parte de sus preocupaciones, lo importante es enseñar el culo sin que te multen por ello.