En la Era del Ladrillo, el boom económico permitió que los lujos que estaban al alcance de sólo unos pocos, fueran disfrutados por un sector más amplio de la población. De la noche a la mañana muchos obreros se convirtieron en capitalistas, los políticos se vendieron en masa, los bancos se convirtieron en el Ministerio de Economía, importamos abundante mano de obra de países pobres, y España se cuajó, entre otras maravillas, de campos de golf.
En los más desolados y áridos lagartijales se han construido faraonicas urbanizaciones, con su imprescindible campo de golf, donde los Vip’s cerraban importantes negocios. No importaba que el agua para mantener el tinglado fuera necesaria para la agricultura y el equilibrio ambiental y se malgastase en instalaciones de este tipo. Entonces, España Iba Bien.
Los campos de golf en Inglaterra, por ejemplo, son fácilmente sostenibles, el régimen de lluvias lo permite y los regadíos casi no son necesarios. Pero aquí la cosa cambia, el agua dulce es un bien escaso y un cultivo que evapora el 99% del líquido recibido no es un buen negocio. El postureo y la ambición humana no son un Bien Común.
Para construir uno de estos engendros es necesario que la Administración conceda los pertinentes permisos, para lo cual es imprescindible que la empresa constructora presente un Estudio de Impacto Ambiental, donde se demuestre que los valores ambientales y paisajisticos no corren peligro. Y qué casualidad, siempre encontramos consultoras con biólogos y otros profesionales capaces de certificar que lejos de dañar la Naturaleza, el golf es un factor positivo.
La Administración tiene gran fe en estas consultoras, los proyectos siempre pasan el filtro y el campo acaba construyéndose.
Los científicos ambientales que no pasan por la piedra no pueden trabajar en lo suyo, las constructoras y las administraciones no quieren tener la voz de la conciencia cerca de sus orejas.
Los malditos rebeldes tienen que dedicarse a la enseñanza o a cazar gambusinos al atardecer, porque no aman lo campos de golf. Ellos se lo han buscado.