Los administradores de la Energía Nuclear en España consideran que resulta muy caro mandar la mierda a Francia y que lo más conveniente es enterrarla en Villar de Cañas, en la remota provincia de Cuenca.

A los lugareños les han dicho que el Cementerio Nuclear es una bendición para la comarca, de triste economía. Habrá tropecientos puestos de trabajo directos e indirectos y ya no serán el culo del mundo. 

Pero les han impuesto un credo para hacerlos merecedores del paraíso del progreso:

• La Energía Nuclear es sana, limpia, necesaria y no está vinculada a usos militares.
• La basura que será sepultada en vuestras tierras es inocua, bonita y tardará menos de dos telediarios en ser inofensiva.
• Los que asustan a las buenas gentes diciendo no sé qué pamplinas sobre la geología del terreno, y la vida media de algo llamado Isotopos, mienten.
• Los que hablan de zonas de protección faunística y tonterías semejantes, no desean que salgáis de la miseria.
• Ecologistas, antinucleares, animalistas, alternativos, veganos y gente así, son mil veces más letales que la Energía Nuclear y cobran sueldos de potencias extranjeras. 

Aunque resulte increíble hay vecinos que no tienen fé en las sabias palabras del Consejo Nacional de Seguridad Nuclear, formado por gente con estudios, no como vosotros…paletos de Villar de Cañas.